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sábado, 29 de diciembre de 2012

2012

Hagamos recopilación de este 2012.

No pudo empezar peor, la primera noche del año fue absolutamente desastrosa, no recuerdo un fin de año tan malo como ese pero, tergiversando el dicho: 'lo que mal empieza, bien acaba'.

Los primeros fueron unos meses de locuras, empecé a ser valiente y a hacer cosas que antes no me hubiera atrevido. Martenes y juernes eran palabras de mi vocabulario habitual y la resaca me acompañaba mañana sí, mañana también. No me lo tengáis en cuenta, era mi último año de universitaria y había que exprimirlo al máximo. Incluso en febrero viví una copa del Rey en la ciudad más bonita del mundo, Barcelona.

Llegaron mayo y junio con sus exámenes, época estresante donde las haya pero, qué queréis que os diga, voy a echar de menos las horas y horas en Derecho, haciendo que estudiábamos, fichando hombres y mujeres, las siestas de biblioteca, las notitas que íbamos dejando por las mesas y, sobre todo, las risas que podíamos llegar a echarnos. Alba, Pilar, Lorena, Alfredo, Jesule, gracias.

Y después llegó el verano... ¡Qué verano! Podría decir que ha sido el mejor de mi vida. A principios de julio viví mi primer Orgullo a lo grande, fueron 4 días muy hardcore e irrepetibles. Después llegó la escapada a Gandía inesperada; la Euskal Encounter, tan maravillosa y divertida como siempre (con desvirtualizaciones incluidas :D) y, cómo no, el Arenal Sound. Maldito festival, me dejó en la auténtica mierda pero fueron 6 días jodidamente geniales: se perdieron bikinis, acabamos con las existencias de cerveza de un bar, 'I love London', ostias como panes, momentazos en la playa y la piscina, pero sobre todo, conocer a mis putas de Madrid: Lucia, Laura, Blanca, Maria, Irene y Mónica, os adoro.

El verano también trajo una, dos o 30 fiestas en mi casa, cada una distinta y genial pero todas con el mismo final, mi casa invadida por borrachos, teniendo que luchar por conseguir una cama en mi propia casa. He afianzado mi amistad con mis azushuts, Eva, Sharay, Sara, Bor y Joa, sois geniales. Y las de siempre siguen ahí, BFF's.

Septiembre llegó como siempre y como nunca, con un millón de cambios a mi vida. Esperábamos las fiestas de Azuqueca como agua de mayo pero esta vez, peña pública: experiencia INCREIBLE, de verdad, El Akelarre es increible. Septiembre también trajo otros cambios: una nueva etapa en el Hospital de prácticas que terminará con mi vida de estudiante; nuevo equipo que a punto estuve de dejar y que menos mal que no hice, porque nunca me hubiera imaginado lo que me ha dado.

Este año también me ha hecho darme cuenta de lo importantísima que es la familia y que siempre se puede y se debe apoyar uno en ella para todo. Me he dado cuenta que mi hermana y mi madre son las mujeres de mi vida por encima de cualquiera; y mi padre el único hombre de mi vida.

Pero no queda ahí, el 2012 se reservaba la mejor y más inesperada sorpresa para el final. Aún pienso qué hubiera pasado si el 13 de noviembre no hubieras decidido hacerme esa simple pregunta que derivó en una conversación que aún continuamos. No quiero repetirme porque ya lo has oído de mi boca un montón de veces, pero espero que tengas claro lo que eres y serás para mi, aunque no dudes que me encargaré de recordártelo cada día porque estoy segura que nunca llegaré a decirte todo lo que pienso y siento por ti. Gracias por aparecer en mi vida de esta manera. Estoy dispuesta a todo contigo, a arriesgarme y a que tú te arrieges conmigo. Adriana, te quiero.


2013 espero que mantengas el ritmo.


martes, 4 de diciembre de 2012

Valentía

Llevo tatuada en la piel la palabra valentía porque, en el fondo, soy una cobarde.

Tengo miedo, miedo de volver a tropezar con las piedras que antes hicieron imposible mi camino, de volver a meter la pata y cometer los errores que lleven a espantar a alguien tan genial en mi vida.

Tengo miedo a sufrir, a volver a abrir mi corazón a alguien y que ese alguien lo utilice para exprimirlo, hacerse un zumo con mis sentimientos y bebérselo mientras sonríe y se siente orgulloso de lo que ha hecho.

Tengo miedo de apostar y perder. Porque apostar sabiendo que vas a perder es de locos. Y yo misma me digo que no sea tonta, que mis cartas no son lo suficientemente buenas para alguien como tú, que siempre vendrá otra persona con una jugada mejor que yo y acabará llevándose el premio gordo; a ti.

He ahí el por qué de mi coraza, una coraza que no tolero que nadie traspase... hasta que has aparecido. Sinceramente mi coraza ahora mismo es inexistente, algo que parecía prácticamente imposible ha ocurrido. Ahora puedes ver mi corazón desnudo.

Basta ya de chulerías, basta ya de presumir de lo fuerte que soy por mantenerme al margen de los sentimientos, porque eso sólo me lleva a hacer daño a quien sólo quiero ver sonreir (y ser el motivo de su sonrisa). Por una vez, quiero ser consecuente con mis tatuajes, dejar a un lado las corazas y los miedos y ser valiente. Contigo.

No tengo sitio para otro corazón, por favor cuídalo y no lo rompas.