Hardcore

Como diría Duo Kie: "Soy hardcore de la cabeza a los pies".

Pero espera, no te asustes tan rápido, puede ser que debajo de esta fachada encuentres una persona sensible, cariñosa y detallista; algo totalmente diferente a lo que aparento... O no. Quién sabe, pero si no lo intentas, nunca lo sabrás.

Banco

Una espera.

Una parada en el camino para coger fuerzas y continuar.

Una nueva historia por escribir siempre.

Ventana al presente

Suena el despertador una mañana más. Me quejo a la nada: - 5 minutos más por favor. Remoloneo por la cama, los 5 minutos se convierten en 10; luego 15; ya van 20... Ya vale, por mucho que mi cama me quiera para ella sola tengo que levantarme y salir de ella.

Me pongo a pensar en el pasado. Antes también remoloneaba por la cama, antes los 20 minutos no eran suficientes.

Tu voz me pedía que me quedara un ratito más, que siempre se podía recuperar corriendo un poco. Esa cara y esa sonrisa de pilla, era imposible decirles que no. Pedías un beso con esos ojos marron chocolate, cómo iba a levantarme sin un beso antes de empezar el día. Error. El beso me abducia, daba igual la hora, el tiempo o lo que hubiera en el exterior, me hubiera quedado así eternamente. Tus brazos obligaban a quedarse bajo el nórdico y me sujetaban para que me quedara en la cama, aunque tampoco oponía mucha resistencia realmente. Y el día que tú estabas dispuesta a saltar de la cama, ese era el día en que yo no estaba dispuesta a dejar que te escaparas. Ese era el primer y mejor momento del día, la pelea por intentar salir de un sitio del que no teníamos ninguna intención de salir. Las horas, minutos; las mañanas pasaban como una ráfaga de viento; el mundo exterior, inexistente. 

Vuelvo al presente. Me sacudo la cabeza como quitándome los recuerdos de la mente. Es pasado, un pasado que no va a volver, no lo necesito. Y una vez más, salgo de la cama y me dispongo a seguir hacia delante, a comerme el mundo

Miro por la ventana y ahí está, el ahora es mi vida. Mi presente es mi vida.